Esta pasada semana recibíamos con la noticia de que la Cultural no solo tenía nuevo patrocinador, sino nueva camiseta suplente? ¡Rosa! Curiosa elástica que al menos pudo estrenarse con la excelente victoria que vivíamos en la vecina tierra de Castilla por cuatro a uno ante la Arandina.
¿Qué es la camiseta suplente de la Cultural? Lo que sucede con todos los equipos de fútbol de nuestro país, que no hay una norma escrita, y si me lo permiten, ni tan siquiera una tradición de época reciente sobre cómo debe ser o qué debe representar. Y digo “tradición reciente” porque quizás lo más clásico fue ver de azul a la Cultural fuera de casa? ¿Por qué? La respuesta se pierde en la noche de los tiempos del balompié leonés. Cuando nuestro club jugaba con camiseta gris y pantalón azul, en aquella vetusta Región Leonesa de los años 20, la alternativa era camiseta azul y un pantalón blanco, una indumentaria que sobrevivió al cambio del gris al blanco.
Esa combinación fue la que vestimos en Primera en sitios como Madrid o Valencia, con el que soñamos volver a Segunda División entre La Puentecilla y Puente Castro? Esta cuestión por cierto responde a otra duda extendida por la parte más joven de nuestra afición? ¿Por qué los asientos del Reino de León son azules y blancos? Pues precisamente por eso, porque eran los colores tradicionales suplentes de nuestra Cultu, esa “tradición” no fue algo absoluto, ya que también hubo sitio para el rojo o a ese púrpura que es tan leonés como nada en el mundo.
Pero volvamos al principio porque efectivamente, sobre camisetas suplentes no hay nada escrito. Muchos han querido seguir respetando en sus otras camisetas la identidad de cada uno, por ejemplo el Real Oviedo, Real Sporting, Racing de Santander, FC Barcelona, Valencia, Real Madrid, Atlético de Madrid, Atletith de Bilbao, Real Betis? hasta nuestro rival, la Ponferradina llevó junto a sus montañas la cruz del Pendón de San Andrés, antigua bandera de la ciudad.
Hoy vivimos en una época en que las equipaciones suplentes no representan el pasado, sino el presente, la cima que queremos alcanzar y aquí miramos adelante respetando nuestras raíces con el gris, y a lo alto con el verde, con el rojo, con el negro, con el púrpura y cómo no con el smoking. Pero en este momento lo que toca es el rosa. El blanco debe representar y representa nuestra más valiosa herencia, a la afición que con su aliento aupó a César, a Raúl, a Marianín, a Ovalle? Pero el rosa no, el rosa dice que nos toca a nosotros, representa a los que fueron a Aranda, representa que estamos a dos puntos del Racing, representa a los hombres y mujeres que este año estamos soñando como nunca.
Y si a día de hoy el rosa ha de representar los nuevos tiempos que corren, que sean por tardes tan buenas como la vivida en Aranda, pues al fin y al cabo, lo que de verdad importa no es tanto el color, sino quien de corazón se enfunda la camiseta, tanto en el césped como en la grada.
Por Rodrigo Ferrer Diez
